domingo, 28 de abril de 2013

Viva Alemania

Album: Viva Alemania.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 29.5 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera. 
Año: -.
01- Die Lustigen Holzhackerbuar.
02- Hohe tannen.
03- Rosamunde.
04- Popurri del Rin (Wir marchen durch bis Morgen fruh - Ein Prosit - Nach Hause).
05- Muss i denn.
06- Mein water war ein wandersmann.
07- Lili Marlene.
08- Bayrscher Lendler - Lustg ist das Zigeunerleben.
09- Heidi.
10- Popurri para Carnaval (Narrhalla Marsch - Freut Euch des Lebens -  Wir kommen alle in den himel - Der treue Husar).
11- Popurri de los caminantes (Im fruhtau zu berge - Du mein lieb heimatland - Im krug zum grunen kranze).
12- Popurri popular (Wem gott will rechte gunst erweisen - Horch was kommt von draussen rein - das leben bringt gross freund).
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Agradecimiento Especial a Ruben Abel Eichhorn de General Ramirez  por compartir esta joyita.

miércoles, 24 de abril de 2013

La llave de los recuerdos

Sentado cerca de la cocina a leña que deja oír su murmurar de astillas consumiéndose por las llamas del fuego, que me abriga en esta tarde gris de otoño, miro a través de los cristales de la ventana como la brisa juega con las hojas mustias, que caen de los árboles cual amargas perlas desprendiéndose de los brazos de duendes vencidos por las melancolía.
Algunos gorriones, con sus saltitos característicos, recorren la desteñida gramilla explorándola con la ilusión de encontrar alguna semilla perdida, bajo un cielo que va bordando sobre su inmenso telón, nubes oscuras anunciadoras de lluvia.
Mientras pausadamente ingiero un sorbo de mate, acaricio con mis dedos una antigua llave que pese a sus muchos años aún es útil, todavía conserva inviolable una casa.
La llave, más larga que las actuales, de unos diez centímetros aproximadamente, recorrió dos generaciones hasta llegar a mis manos, que hoy la aferran como si aprisionaran el fragmento de una clave secreta rescatada de los restos de un naufragio ocurrido hace años.



El naufragio ocurrió cuando falleció mi abuelo, y la clave secreta de esta llave es que con su presencia es capaz de abrir mágicamente la impredecible puerta detrás de la cual el inconsciente guarda los recuerdos.
Sin pensarlo, me levanto y me pongo la campera.
Camino por Tucumán hasta llegar a Belgrano, para dirigirme al mil y pico de su altura.
Me detengo en la entrada de una humilde vivienda que todos llaman rancho por lo pobre, y observo sus gastados ladrillos, su parte de adobe que todavía perdura, sus pequeñas ventanas de varios vidrios, su techo de chapa oxidada, su chimenea enhiesta pero sin humo… Y pienso en que el tiempo no la pudor tirar abajo pese a lanzar desesperada y cruelmente todas las huestes y hordas que se prendieron en la desamparada casa, tejiendo yuyos, óxido… pudriéndolo todo, en silencio y lentamente.
Saco la llave de mi bolsillo y abro la puerta, no sin dificultad.
Me detengo en medio de la habitación, que hace años fue cocina, y al cerrar los ojos invaden mi alma fragancias simples: un olorcillo de café con leche recién preparado, chorizo casero, manteca realizada en el hogar, miel… Y mis oídos perciben el bullicio tierno y sereno de un dulce despertar de niños que conversan en alemán, cuando el alemán se hablaba sin pudo y con orgullo.
Abro los ojos para recorrer cada dependencia de la casa, algunas todavía con su piso de tierra, que abuela preparaba prolijamente, sabiamente, para que quedara presentable.
Observo el empapelado, el empapelado… que se pegaba con el engrudo cocinado bajo una fórmula secreta y que adhería el papel en forma casi increíble, tan increíble que aún hoy se conserva intacto, pese a alguna que otra mancha de humedad.
Vuelvo a cerrar mis ojos, y pese a los años transcurridos, y a los pocos de vida que yo tenía, aún viene a mí, entre tinieblas, la imagen de mi abuelo.
Llega con su nostalgia infinita, dejándome el desamparo de saber que nuestras vidas nunca, nunca más, se cruzarán ni se tocarán, siquiera en un gesto desesperado de hacer perdurable lo imposible.
Nuevamente lo veo caminando con paso cansino, su espalda encorvada por los sacrificios que debió hacer para proteger bajo sus cálidas alas patriarcales a toda su familia.
Su raído pantalón negro sujeto con tiradores, su saco, su bufanda al pecho…
Su rostro esculpido por las inclemencias de las estaciones del año, que día con día, hora con hora, lo vieron trabajando, creyendo en quimeras, persiguiendo sueños, para que sus descendientes tuvieran un país mejor, no siempre bien remunerado, pero siempre con la frente manchada con otra cosa que no fuera sudor:  gotas diamantinas que enriquecieron su corazón.
Sus canas, brillos de plata, su pequeño bigote, su voz fuerte, si idioma, que aún perdura en los labios de sus nietos, cual un tesoro invalorable que su alma de inmigrante, su infinita alma, dejó impreso en los labios de sus descendientes cual el susurro de los hombres que perduran en el recuerdo.
Y sus ojos, manantiales de ternura, en los cuales colmaron su sed, su esposa, sus hijos, sus nietos… y todo aquel que supiera descubrir la fuente impresionante de amor que escondía en su interior.
Recuerdo los últimos años de su vida, los cuatro que compartí junto a él, cuando su oficio era el de zapatero…
Las mañanas bajo un tibio sol, cortando cuero para fabricar alguna suela o enmendar algún zapato; porque eran épocas difíciles y los zapatos no se tiraban cuando el uso continuo los rompía: se confiaban a las maestras manos de don José…
Don José… que con sus temblorosos dedos, llenos de cicatrices, que las horas y el oficio de eterno trabajador le fueron dejando, aún podía sentir con total honestidad el orgullo de haber realizado un buen trabajo.
Pero como nada es perdurable, la tristeza fue tejiendo sus hilos, enmarañando su corazón, cual una negra araña teje sus telas sobre una flor carmesí: murió la mujer con la que había compartido todo: su esposa.
Y la soledad, la nostalgia, la melancolía, el desamparo, comenzaron a roerle el corazón, a robarle subrepticiamente los pequeños anhelos, las esperanzas, y lo condenaron al silencio de los atardeceres sin voz, sin palabras cómplices que compartir, ni a quien contar las vivencias de una vida vivida a pleno.
Dicen que una noche Dios se consoló de su dolor y apagó la débil llama que aún ardía en su pecho.
Abro lo ojos y dirijo mi mirada hacia la habitación donde lo velaron: porque hace más de treinta años todavía se creía que el dueño de casa debía permanecer en ella hasta ser llevado a la última morada.
Presiento nítidamente el suave murmullo de los que rodean el féretro y que rezan el rosario, mientras los hijos, reunido por última vez en esta casa, lloran impotentes el adiós a su padre.
Bajo una lluvia torrencial lo trasladan a la iglesia y de allí al cementerio. Todo el trayecto se hace “a pulso”, es decir, los hombres de la familia se turnan para llevar el féretro; acompañados por un canto triste en alemán, que provoca en las personas que conforma el cortejo, un sentimiento aún más profundo de sufrimiento, y una consciencia verdaderamente real que la pérdida es eterna.
Vuelvo a la realidad, al advertir que las sombras de la noche que llega, ya no me permiten distinguir nada.
Salgo a la calle bajo una llovizna de otoño, melancólica y triste. Al caminar unos pasos, me detengo y vuelvo la mirada para observar la antigua casa… Y me pregunto: ¿Por qué no dejarla como testimonio de una época de la historia de nuestros pueblos alemanes y de Santa María en particular?

El relato obtuvo el Primer Premio en el certamen de cuentos “Los Pueblos Alemanes”, organizado por la Biblioteca “Zulma Bonnaterre”, de Pueblo Santa Trinidad, en el mes de octubre de 1993.

Material Periódico Cultural que rescata y revaloriza la historia y la cultura de los descendientes de alemanes del Volga - Libro "Antiguas tradiciones de los Alemanes del Volga" de Héctor Maier y Julio C. Melchior  

domingo, 21 de abril de 2013

Los Waigandt - Alemanes '1984'

Una verdadera reliquia los principios de los años 80, este material de los legendarios Waigandt, con unos de sus primeros materiales, mas principalmente el volumen 2. Que lo disfruten:
Album: Alemanes.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 22.1 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera. 
Año: 1984.
 
01- Polca tradicional.
02- Polca de dos centavos.
03- Vals tradicional.
04- Bailando en la Blanquita.
05- Una Polca para ti.
06- Polca tradicional.
07- Vals tradicional.
08- Bailando con Los Waigandt.
09- Schotis de mi pago.
10- Polca tamberita.
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Agradecimiento Especial a Ruben Abel Eichhorn de General Ramirez  por compartir esta joyita.

miércoles, 17 de abril de 2013

La abuela hacía Kreppel ...

La abuela hacía Kreppel y mientras los freía cantaba y reía. Y yo, observándola,  desde mi inocencia casi idiota de los diez años, me preguntaba, de qué se ríe si somos más pobres que el croto que vi pasar hace unos días rumbo a la nada, con un pedazo de pan duro y una botella de vino rancio en su bolsa de arpillera.
Pero abuela cantaba, contenta, mientras freía Kreppel y llenaba el ambiente de la cocina con olor a fritanga. Sin percatarse en lo más mínimo que yo la estaba observando con atención. Ella estaba en su mundo, dichosa de hacer Kreppel para sus nietos, sin importarle nada más que ese menester tan simple y tan gratificante, según sus sentimientos.


Afuera llovía, caía una lluvia de invierno, melancólica y triste, como  mi alma al descubrir la pobreza en la que vivíamos. Como mi corazón al reprocharle secretamente a abuela su total interés en las cosas materiales, sin importarle demasiado en el lugar en el que vivíamos sino solamente en hacernos felices y darnos de comer.
Sufría mucho. Sufrí mucho en mi infancia. Pero esa tarde, por un minuto, todo mi sufrimiento desapareció cuando abuela me dio un Kreppel, calentito, recién freído por sus tiernas y dulces manos, y me senté a la mesa a comerlo.
En ese instante crucial, mi corazón se inundó de alegría y captó el mensaje que trataba de transmitirnos diariamente abuela: que la felicidad no está en las cosas materiales sino en lo que se hace y siente.

Material Periódico Cultural que rescata y revaloriza la historia y la cultura de los descendientes de alemanes del Volga - Libro "Antiguas tradiciones de los Alemanes del Volga" de Héctor Maier y Julio C. Melchior  

domingo, 14 de abril de 2013

La Super Banda Estrella - A Don Isildo '2012'

Uno de los ultimos trabajos discografico de la Super banda estrella, un homenaje en vida al gran musico de Santa Fe Isildo Kuchen con su ritmo cervecero, con la participacion del mismo. Material espectacular
Album: A Don Isildo.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 49.3 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera. 
Año: 2012.
  
01- Don Isildo.
02- 3 de Octubre.
03- Alemanes del volga.
04- Un atardecer.
05- La saucera.
06- Lejana Suiza.
07- Schottis langui.
08- La Ciudad de mas alla.
09- Smit.
10- Una melodia soñada y me puse a escribir.
11- Schotis liso.
12- Rayito de sol entrerriano.
13- A nuestras familias.
14- Musiqueando en Valle Maria.
15- Mazurca vieja.
16- Polka tradicional.
17- Adrian quedate quieto.
18- Cuando es Domingo.
19- Bailando con la Cuñada.
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Muchas gracias a Pablo de Nogoya por este material espectacular

miércoles, 10 de abril de 2013

Los Alemanes del Volga

Los alemanes del Volga eran alemanes étnicos que vivían en las cercanías del Volga en la región europea meridional de Rusia, alrededor de Sarátov y al sur, que conservaron el idioma alemán, la cultura alemana, sus tradiciones e iglesias, todas cristianas: católicos, protestantes luteranos y menonitas. Numerosos alemanes del Volga emigraron a Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y otros países a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Afuera de las Américas hay mucha gente de origen alemán del Volga en Alemania, y todavía algunos en sus zonas de deportación en Kazajstán y Rusia (especialmente Siberia). Sobre el final del siglo XX, muchos de los que aún quedaban allí emigraron a Alemania.


Aqui les traemos este video realizado por la Asociación de Alemanes de Volga Paraná representando la historia de los Alemanes del volga


Trabajo realizado para la Asociación de Alemanes de Volga Paraná. Es un recorrido por su historia con actings alegóricos a la llegada de los primeros colonos y la nostálgia de su descendencia.

domingo, 7 de abril de 2013

Banda Estrella - De Paraná Al País '2000'

Exclente material dsicografico de  este grupo de Parana con diversidad de estilos, con la base en la musica alemana, con la voz de Marina Margheim . Se destacan en este disco los temas "Vals de los acordeones", "El Regreso", "En Plena farra", entre otros.
Album: De Parana Al Pais.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 44.5 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera. 
Año: 2000.
01- La hija del verdulero.
02- El Loco San Javier.
03- Jalisco.
04- Total para que.
05- El Regreso.
06- En Plena farra.
07- Alla en el Rancho Grande.
08- Baile y Cerveza.
09- Cielito Lindo.
10- Triste Partida.
11- La vuelta del Carro Verde.
12- Homenaje a Argentino Juniors.
13- Vals de los acordeones.
14- Me robaste la  Calabaza.
15- Amor en Budapest.
16- Gato Montes.
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Agradecimiento Especial a Ruben Abel Eichhorn de General Ramirez  por compartir otro material.

miércoles, 3 de abril de 2013

Es época de Rogativas, una tradición ancestral que se mantiene vigente

 “Durante las Rogativas se visitaba las tres cruces erigidas en los aledaños de la colonia, los niños marchaban adelante en formación y tomados de la mano, en dos bandas, varones y niñas. En medio caminaba Don Juan, todo lleno de de­voción. trasmitiendo por repetición hacia la grey infantil las Le­tanías de todos los Santos, para su contestación.


Los muchachos rezaban distraídamente, mientras sus ojos va­gaban por los campos vecinos, llevándose a cada rato algún pozo por delante. Entonces Don Juan intercalaba sabias advertencias en­tre las advocaciones: ¡San Matías... ruega por nosotros!... ¡San Pedro . . . chicos más hacia la alambrada! . . . ruega por nosotros ¡Santa Cecilia ... vean por donde caminan!... ruega por nos­otros! ¡San Andrés. . . mira infeliz qué has pisado!. . . ruega por nosotros!”

Recuerdos de José Brendel

Greuz gehen

Las Rogativas se definen como la visita en procesión para celebrar una ceremonia litúrgica frente a tres cruces enclavadas en tres puntos cardinales en las afueras de la colonia y que, en su conjunto, representan a la Santísima Trinidad. La procesión, precedida por un sacerdote, los monaguillos y el Schulmeister, portando una cruz, parte de la iglesia durante las tres mañana siguientes a la conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, o sea, el 2 de noviembre, para dirigirse a una de las cruces, en tres jornadas sucesivas, erigida a uno de los laterales de las calles de acceso a la localidad, para celebrar una ceremonia religiosa en Acción de Gracias por los dones recibidos durante el año fenecido y solicitar que la próxima trilla sea buena y que Dios prosiga bendiciendo a la comunidad con su gracia divina. La procesión retorna, cantando y rezando, a la iglesia, donde el sacerdote oficia una misa.


Un antiguo cuadernillo rememora que “los colonos se dirigen en procesión a las cruces, imbuidos de un profundo misticismo, y acompañados de las letanías de los santos; mientras que ya en el lugar, frente a Jesús crucificado, el sacerdote, luego de expresadas las letanías, oraciones y cantos, rocía con agua bendita los campos en señal de gratitud por los dones recibidos y en solicitud de buena cosecha. Y al término de la procesión oficia una misa en la parroquia.
La tradición proviene de antaño –continúa revelando el texto-, cuando San Gregorio Magno en el 590, las fijó para otorgarle mayor trascendencia a los festejos de la conmemoración de la entrada de San Pedro a Roma. Otros relatos, sin embargo, sostienen que el Papa lo hizo para sustituir las celebraciones paganas llamadas “Robigalia” (en honor al dios “Robigus”) que antiguamente efectuaban los labradores romanos, con procesión por los campos, para interesar la deidad a favor de los sembrados”.


  Material Periódico Cultural que rescata y revaloriza la historia y la cultura de los descendientes de alemanes del Volga - Libro "Antiguas tradiciones de los Alemanes del Volga" de Héctor Maier y Julio C. Melchior  

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