domingo, 20 de octubre de 2024

Teníamos solamente dos mudas de ropa

 La ropa era escasa. Había muda para trabajar, es decir, para usar durante la semana, y otra para vestir los domingos, para asistir a misa. Cada prenda se cuidaba mucho. Si se rompía se remendaba. Y pasaba de hermano en hermano. Lo mismo pasaba con el calzado. Para los días de semana, estaban las alpargatas, la mayoría de las veces agujereadas, de tan gastadas que estaban. Mientras que para asistir a misa se utilizaban zapatos, si es que se tenía la suerte de tener un par.

 

                                                                    Obra de Julien Dupre 

Autor:  Julio César Melchior.

domingo, 13 de octubre de 2024

La Pipeta - Homenaje a Nuestros Pioneros

Grupo Musical La Pipeta es un grupo oriundo de colonias alemanas de Paraguay. Les traemos el primer volumen de dicho grupo. Con diferentes ritmos polcas, vals, chotis, valeron, marchas y otros estilos. 
Album: Homenaje a nuestros Pioneros.
Bitrate: 320.
Tamaño del archivo: 132 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera.
Año: -.
 
01- Vals.
02- Marcha.
03- Ranchera.
04- Valerón.
05- Chotis.
06- Vals.
07- Corrido.
08- Chamame.
09- Polka.
10- Vals.
11- Marcha.
12- Valerón.
13- Ranchera.
14- Chotis.
15- Vals.
16- Cumbia.
17- Corrido.
Descargar   Contraseña: musicadelvolgayalgomas

Agradecimiento Especial a Sergio Rokenbach por compartir otro excelente material.

domingo, 6 de octubre de 2024

La rueca de la abuela

 En las largas y frías tares de invierno, abuela hilaba lana en la rueca, sentada junto a la ventana, mientras fuera caía una lluvia suave y monótona. Hilando recordaba su aldea natal, ese terruño junto al Volga, la casa donde había nacido, el patio donde transcurrió su infancia, los amigos de la escuela, sus hermanos y sus padres, que la vieron marchar, agitando los pañuelos, los ojos llenos de lágrimas.
El viaje en barco, la travesía cruzando el océano junto a su marido, recién casados, solitos, rodeados de extraños, de personas que conversaban en un idioma que no comprendían. Mirando la inmensidad del mar, el horizonte infinito, tan inmenso e infinito como sus miedos y sus ilusiones, su esperanza en un mañana mejor, allá, en la Argentina, en una aldea recién fundada, con todo por hacer. 


 El desembarco en el puerto de Buenos Aires, la ciudad cosmopolita, familias que llegaban de todas las regiones del mundo, migrantes que hablaban desde italiano, español, polaco, ruso, turco y decenas de idiomas más, todos convergiendo aquí, en esta tierra que los recibía con los brazos abiertos.
Llegar a la aldea, la alegría de los que ya estaban arraigados aquí, pero aun esperando novedades de los que habían quedado allá, en la remota aldea, cerca al lejano Volga.
Descargar del carro los baúles, los enseres y la rueca, la mítica rueca que los acompañó en el desarraigo, que enjugó el llanto que en solitario lloró abuela durante los primeros meses, mientras hilaba en silencio, confeccionando lana para tejer pulóveres, guantes y bufandas.
Esa misma rueca que la acompaña ahora, en su vejez, hilando lana para tejer prendas para sus nietos, esos nietos que le iluminaban los días, cuando llena de nostalgia y melancolía, recordaba su aldea natal, esa que un día de hace mucho tiempo, se vio obligada a abandonar para buscar un futuro mejor para sus hijos. 

Autor:  Julio César Melchior.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Los Inmigrantes - En la Fiesta de la Cerveza '1987'

En esta nueva entrega de un excelente material de la música ruso- alemana, el vol 2 de Los Inmigrantes (1987). Esta agrupación de la ciudad de Crespo ER, nace allá por la década del 80 y graban 6 discos en total. Junto con los Nuevos Waigandt pasan a ser los mas exitosos de  aquellas épocas en este genero musical. Entre los temas, podemos destacar las versiones de Oh Susana, La polca del regreso y el gran éxito Nun ade, du mein lieb heimatland (Adiós mi querida patria) interpretada por la excelente voz melancólica de Oscar Huber. Integrantes: José Puntín- Carlos Pagliaruzza (1º y 2º acordeón), Daniel Puntín (piano y bajo), M. Schimpf (percusión) y Oscar E. Huber (voz).   
Album: En la Fiesta de la Cerveza.
Bitrate: 320.
Tamaño del archivo: 70.2 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera.
Año: 1987.
 
01- Oh Susana.
02- Vals tradicional.
03- Acordonista montañés.
04- Nun ade, du mein lieb heimathand.
05- La ilusión de Arturito.
06- Schottis de mi pago.
07- Fiesta cervecera.
08- Schottis tradicional.
09- Polca tradicional.
10- Lusting, in dem wald.
11- Polca del regreso.
12- Chocolate alpino.
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Agradecimiento Especial a Oscar Hernández de Isidro Casanova, Bs As por compartir esta joyita.

domingo, 22 de septiembre de 2024

A 261 años recordamos el comienzo de la historia de los alemanes del Volga

 El 22 de julio de 1763, cuando Catalina II de Rusia firma un Manifiesto invitando a colonizar tierras en las cercanías del curso inferior del Río Volga, empieza a escribirse la historia de los alemanes del Volga, un pueblo que emigró dos veces, del Sacro Imperio Romano Germánico al Imperio Ruso y de allí a América, que mantuvo su identidad cultural, su forma de vida, sus valores y creencias, sus tradiciones y costumbres, su idioma y su fuerte sentido de pertenencia a la comunidad.

                                             

La historia de los alemanes del Volga empieza el 22 de julio de 1763 cuando la zarina Catalina II de Rusia firma el Manifiesto invitando a colonos europeos a colonizar un extenso territorio en las cercanías del curso inferior del Río Volga, en el Imperio Ruso, ofreciendo parcelas de tierra libre de impuestos, libertad de practicar su oficio o profesión, exención del servicio civil y militar, autogobierno y el control local de las escuelas, conservación de su idioma y cultura, libertad religiosa, entre otros puntos no menos relevantes.
Un numeroso contingente de emigrantes, principalmente de los territorios que en la actualidad conforman los estados alemanes de Hesse, Renania-Palatinado, Baden-Wurtemberg y Baviera, responden a la convocatoria, embarcando en el puerto de Lübeck, para navegar por el Mar Báltico, rumbo a la ciudad de Oranienbaum, Rusia, para finalmente dirigirse a San Petersburgo, y de allí rumbo al lugar prometido por Catalina II, donde el 29 de junio de 1764 fundan la aldea Dobrinka, tras un largo andar de un año. Atrás quedaba el Sacro Imperio Romano Germánico y delante el futuro, en un territorio en el que todo estaba por hacer.
Los colonos aceptaron emigrar cansados de soportar los frecuentes conflictos políticos, sociales y religiosos, en los que se veían envueltos a causa de la dinámica de las decisiones que tomaban los príncipes y reyes imperiales, a los que estaban obligados a servirles. También buscaron un nuevo horizonte después de las guerras de los Cien Años (que en realidad se prolongó durante 116 años, entre 1337-1453), la guerra de los Treinta Años (1618-1648) y la guerra de los Siete Años (1756-1763), que habían devastado los territorios por el permanente paso de las tropas, que arrasaban con todo, cosechas y alimentos, y dejaban el campo sembrado de muertes, hambrunas, enfermedades, pestes, y sin gente joven para comenzar de nuevo.
En los primeros diez años partieron de la actual Alemania unas 30.000 personas sobreviviendo apenas unas 23.000, como consecuencia de las peripecias que tuvieron que afrontar durante el viaje y lo difícil que fueron los comienzos en tierras rusas, para colonizar los campos inhóspitos, desolados y lejos de las grandes urbes, rodeados de siervos analfabetos, y utilizados como barrera de contención para mantener controlados a las tribus nómades y salvajes que asolaban la región, a pura violación y matanzas, tanto que durante los primeras décadas destruyeron varias aldeas, tomando prisioneros y asesinado a sus habitantes. Un detalle que se omitió mencionar en el Manifiesto de Colonización firmado por Catalina II.
Sin embargo, los colonos supieron sobreponerse a todo ello, y con sacrificio, esfuerzo y trabajo, más un hondo sentido del deber y una profunda fe en Dios y en sus valores culturales, consiguieron salir adelante. Labraron la tierra y en cien años transformaron la zona en una región productora de trigo, una extensión que alcanzó una amplitud mayor a la Suiza actual. Continuaron fundando aldeas y colonias que aportaron mayor progreso y crecimiento, extendiendo las actividades hacia otros sistemas productivos además del agropecuario.
Pero un día su situación cambió radicalmente cuando en 1871 el gobierno ruso les informó que el Manifiesto quedaba anulado, que todo lo que se estipulaba en él quedaba revocado, y empeoró aún más cuando en 1874 se obligó a todos los jóvenes de 20 años a servir en el ejército a lo largo de seis años. Lo que en pocas palabras significaba perder, además de las concesiones que otorgaba el Manifiesto, la identidad cultural. Algo que ellos no deseaban. Por eso, surgió la idea de iniciar la búsqueda de una nueva tierra prometida. Esta vez en América. Dando inicio así, a su segunda y definitiva migración, arribando muchos de ellos a la Argentina, donde fundaron aldeas y colonias en varias provincias, y en la actualidad, 261 años después de aquel lejano 22 de julio de 1763, sus descendientes aún conservan su identidad cultural, sus valores, convicciones y creencias, tradiciones y costumbres, su idioma, y su fuerte sentido de pertenencia a la comunidad. 

Autor:  Julio César Melchior.

domingo, 15 de septiembre de 2024

Los Nuevos Waigandt - De lo nuestro con amor '1987'

Esta agrupación es oriunda de crespo (ER). Los integrantes de ese momento fueron Rubén Waigandt, Hector Gross (1º y 2º acordeón respectivamente), Carlos Gross (bateria), Hugo Ramirez (piano electrónico) y la inconfundible voz de Marcelo Sturtz. Juntos formaron parte de la agrupación a partir de 1985 cuando nacen LNW y son los creadores de un nuevo estilo (para la época) bailable y de ritmo alegre. Dejaron muchos temas que hasta la fecha se siguen tocando y aún están vigentes. De este material podemos destacar: "Ana cathriñe", "La marcha del inmigrante", "Isabella" y "Schraklich mude" (o schrek maroude).
Album: De lo nuestro con amor.
Bitrate: 320.
Tamaño del archivo: 74.01 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera.
Año: 1987.
 
01- De lo nuestro con amor.
02- Polca Suaba.
03- Ana Cathriñe.
04- De baile en lo Tencho.
05- Ich abe doch zwei paar schuhe.
06- Camino a Lidenau.
07- Marcha del Inmigrante.
08- Du mein lieb heimatland.
09- Schraklich mude.
10- Don Manuel.
11- Isabela.
12- Canta y baila sin parar.
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Agradecimiento Especial a Oscar Hernández de Isidro Casanova, Bs As por compartir esta reliquia.

domingo, 8 de septiembre de 2024

La familia y la aldea alemana del Volga de antaño

 La familia era nuestro universo. La casa paterna, el lugar que nos otorgaba identidad y sentido
de pertenencia. Y la aldea, la comunidad que nos albergaba, un mundo propio, con su cultura, sus costumbres y tradiciones.

                      

Mamá y papá nos educaban, nos enseñaban valores con el ejemplo, nos preparaban para la vida y para ser personas de bien, honestas, trabajadoras y respetuosas de nuestros mayores.
La educación continuaba en la aldea, porque todos teníamos un cúmulo de hermanos, primos y una multitud de parientes, que se visitaban a diario, se preocupaban y ocupaban unos de otros, solidarios entre sí y que en todo momento estaban dispuestos a ayudarse unos a otros.
Y todos, a su vez, integrábamos otra gran familia, que era la comunidad, la aldea en su conjunto, con sus vecinos y amigos, los de al lado, los de la otra cuadra, los de toda la localidad, porque todos nos conocíamos, nos saludábamos de manera cotidiana y compartíamos la vida bajo el cielo de una misma cultura, que nos hermanaba en esta patria argentina.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 1 de septiembre de 2024

Maravillas Alemanas - Bailando con la Cuñada '2001'

Les traigo de este grupo mas de 21 años de trayectoria en la musica tradicional alemana, desde Aldea San Juan de Entre Ríos, Argentina. Con polcas, vals, chamames, pasodobles y diferentes de estilos mas. Se destacan los éxitos "El pozo del ander egg", "La Marejada" y "La potra", entre otros.
Album: Bailando con la Cuñada.
Bitrate: 128 a 192.
Tamaño del archivo: 49.2 Mb.
Caratulas: Frontal.
Año: 2001. 

                                      
01- Bailando con la cuñada.
02- Alemanes del volga.
03- Punta cayasta.
04- El rancho la cambicha.
05- Bella Morena.
06- Japonesita.
07- Mi padre era un pelegrino.
08- El pozo del ander egg.
09- La marejada.
10- La potra.
11- Mi ponchillo colorado.
12- La hoguera.
13- Cielito Lindo.
14- Auf-der Kalinebruck (Sobre el puente de Kalmen).
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domingo, 25 de agosto de 2024

Pan casero con manteca y miel

En nuestra niñez no había placer más grande que visitar a la abuela para comer el pan casero que horneaba en la cocina a leña, un pan grande, alto, esponjoso y suave que ella después untaba con abundante manteca casera y miel. 

 

Por supuesto acompañado de un mate cocido o un té con leche. Placeres que hoy nos parecen cotidianos y pequeños pero que, sin embargo, son inmensos como irrecuperable aquel tiempo vivido. Porque abuela ya no está, tampoco su pan ni la manteca casera, la miel en la actualidad ya no tiene el mismo sabor, y su cocina a leña vaya uno a saber dónde fue a parar cuando ella murió, hace ya bastantes años.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 18 de agosto de 2024

Simplemente Sebastián - Noche Perfecta '2022'

Album: Noche Perfecta.
Bitrate:
192
Tamaño del archivo: 64.7 Mb.
Caratulas:
Frontal .
Año:
2022.

01- La Balacera
02- Las tres manzanitas.
03- Mi bruja
04- Morenita linda
05- Echame a mi la culpa
06- La niña esta triste
07- Juan Guerrero
08- El parquesito
09- Muñequita consentida
10- Pideme la luna
11- Prisionero de tus brazos.
12- Te regaló una promesa
13- Noche perfecta
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domingo, 11 de agosto de 2024

Los colchones de lana

 La abuela Ana recuerda que “mucha gente me traía la lana de oveja ya lavada, limpia, para hacer un colchón. Yo la escardaba, separaba la lana, la aireaba y una vez que la tenía suelta y suave, comenzaba a armar el colchón, lo cosía con agujas largas, especiales para esa tarea, para pasar el hilo desde un lado hacia el otro, con la ayuda de un dedal. Esta labor llevaba varios días con muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo, porque era pesado dar vuelta el colchón a medida que lo iba terminando.

 Además de hacer colchones nuevos, la gente me traía colchones que tenía que abrir para lavar la lana apelmazada para volver a recuperarlo, es decir, con la misma lana realizar uno nuevo.
También hacía acolchados, los famosos acolchados de lana que antiguamente tanto se usaban en las aldeas de los alemanes del Volga. Que eran pesados pero que tanto abrigaban” -afirma. 

Autor: Julio César Melchior

domingo, 4 de agosto de 2024

Los Hermanos del Volga - A Nuestras Familias '2003'

Los Hermanos del Volga son de Juan José Castelli de la provincia de Chaco, Argentina. este es el primer volumen del grupo, integrado por dos personas. Incluyen todo el repertorio clasico de los alemanes del volga, con polcas, vals, schottis, y otros estilos. 
Album: A Nuestras Familias.
Bitrate:
64
Tamaño del archivo: 16.7 Mb.
Caratulas:
Frontal y Trasera.
Año:
2003.
01- A nuestras familias.
02- Las tres manzanitas.
03- El susurro.
04- Khendt meer sich vorhraisse.
05- Viejita llevame a casa.
06- Rop der naquinge.
07- Marcha del inmigrante.
08- Alegre es la vida de los gitanos.
09- Polca tradicional.
10- Mientras yo sea soltero.
11- Oh Susana.
12- Amor y celos.
Descargar    Contraseña: musicadelvolgayalgomas

Agradecimiento Especial a Sergio Rokenbach por compartir otro excelente material.

domingo, 28 de julio de 2024

Cómo llenaban los sótanos y aprovisionaban las despensas los alemanes del Volga

En el Volga, en Rusia, los inviernos eran largos, demasiado largos y las temperaturas excesivamente bajas. Generalmente el crudo invierno se prolongaba durante cinco interminables meses, los ríos se congelaban y el campo estaba cubierto de nieve. Por lo que se puede pensar que eran escasas las tareas que se podían realizar durante ese tiempo. Sin embargo nuestros ancestros tenían una ardua tarea por realizar durante esos meses, porque la vida cotidiana continuaba. Había que proteger a los animales y alimentarlos. Seguir ordeñando a las vacas. Reparar y preparar todos los enseres para las futuras tareas de roturar la tierra y sembrarla. De la misma manera que cuidar e ir reparando cada cosa que se rompía o requería algún arreglo dentro de la casa, en los establos o galpones. En todas estas tareas se abocaban por igual hombres y mujeres sin distinción de género.

 


Por eso durante el verano el tiempo se aprovechaba al máximo para hacer producir la tierra que cada colono poseía. Mientras los hombres trabajaban los campos las mujeres y niños se abocaban a realizar grandes huertas, en las que sembraban todo tipo de verduras y hortalizas, cuya producción luego se transformaba en conservas y encurtidos, que iban a parar a los sótanos que cada casa tenía. En los sótanos también se estibaban verduras que podían conservarse a lo largo de todo el año. También se envasaban y conservaban frutas. Las mujeres y los hombres, cada uno en su menester trabajaban para aprovisionarse para el invierno. Porque de esa provisión dependía sobrevivir durante los cinco meses de bajas temperaturas y nieve. Cuando mirar por la ventana era ver un horizonte blanco o días y días donde salir al patio era imposible por la cantidad de nieve acumulada.
Esa costumbre de estibar productos de la huerta en los sótanos continuó aquí en la Argentina durante muchísimos años. Así es como al descender al sótano durante el invierno uno podía encontrar Chucrut, bolsas de papa, cebolla, chorizos secos colgando del techo, frutas envasadas en grandes frascos y una amplia variedad de encurtidos y conservas que sería larguísimo de mencionar.
Andando el tiempo y dependiendo de la economía de cada familia, la costumbre prosiguió pero con algunas variantes. Familias con inmensos sótanos para guardar su producción y otras con apenas un rudimentario Schepie. Diferentes lugares para guardar los productos pero la misma costumbre y la misma tradición. 

Autor: Julio César Melchior

domingo, 21 de julio de 2024

Seleccion del Volga - En Vivo Volumen 02 '2024'

 Les traigo el segundo compilado Volguense  en vivo de varios interpretes de distintas presentaciones  de los años 90 y 2000 con Polcas tradicionales alemanas, vals, corridos, pasodobles, tangos, y otros estilos. 

Album: En Vivo Volumen 02.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 142.7 Mb.
Caratulas: Frontal.
Año: 2024.

01- Enganchados - Los imigrantes 1994
02- Vivimos sin problemas - Volvere a mi aldea - Polca Tradicional - Los Nuevos Waigandt
03- Enganchados Estrellas Alemanas
04- Barrilito de cerveza - Polca tradicional - Henkel 1999
05- Barrilito de Cerveza - Fiesta Cervecera - Revelacion Alemana
06-  En Vivo Argentino-Junior-sabado-05022011 - Los Reales
07- In Russland - Alegrias del Volga
08- Polcas enganchadas - Blumenaus orchester
09- Valseaditos Enganchados -  Los Binder
10- Enganchados - Grupo Tentacion
11-  En Vivo - Los inmigrantes
12- Corridos enganchados- Los Nuevos Waigandt
Descargar   Contraseña: musicadelvolgayalgomas

domingo, 14 de julio de 2024

Así vivían los alemanes del Volga las tradicionales carneadas

 El ritual de las carneadas para consumo familiar empezaba casi de madrugada, cuando se encendía un gran fuego para calentar el agua que se iba a usar para limpiar el cerdo y todos se aprestaban para la faena preparando, cada uno, sus utensilios, herramientas y elementos de trabajo. La actividad era ocasión propicia para reunir a familiares, amigos y vecinos, que se acercaban a la casa a colaborar, transformando la carneada, que duraba dos o tres días, en un gran encuentro social, con música incluida, y suculentas comilonas. Nadie se negaba a aportar su granito de arena, porque el trabajo era mucho y debía llevarse a cabo durante un fin de semana, para no interferir en las labores rurales. Además, era una costumbre establecida, que todos los que ayudaban, se llevarán como obsequio carne y morcillas y chorizos para probar. El proceso de la carneada comenzaba varios meses antes, cuando la familia adquiría un lechón, que era criado en el chiquero, que el padre construía en el fondo del patio con maderas y alambre tejido, generalmente en desuso, y era alimentado con las sobras y desperdicios de los alimentos que se consumían en el hogar y, ocasionalmente, se le agregaban cereales o forrajes que se obtenían de algún chacarero conocido. Cuando el animal alcanzaba la mayoría de edad y el peso deseado, entre los doscientos kilos, un poco más, un poco menos, se tomaba la decisión de sacrificarlo, junto con un vacuno que se compraba para ese menester, para abastecer los sótanos de chorizos y jamones para pasar los crudos y fríos inviernos. 


Generalmente la carneada se llevaba a cabo durante un fin de semana, para evitar que la misma interrumpiera el normal desarrollo de las actividades rurales, y participaban no solamente todos los integrantes de la familia sino parientes y vecinos.
El cerdo se degollaba con precisión, insertando el cuchillo en medio de la unión de la cabeza y el cuello, para lograr el desangrado. La sangre se recogía en un recipiente, que se colocaba debajo de la incisión, sin dejar de removerla para evitar que se cuaje. La misma se utilizaba elaborar la morcilla negra o Blutwurst.
Una vez muerto el animal, se procedía a colocar el cerdo sobre una mesa para escaldarlo o pelarlo, es decir, quitar con abundante agua hirviendo, raspando con cuchillos y, a veces, la ayuda de otros utensilios, los pelos que recubren la piel hasta dejarla totalmente lisa y limpia.
El paso que seguía es el desposte, que no es otra cosa que descuartizar el cerdo clasificando y separando los diferentes cortes de carne de acuerdo al uso que se le iba a dar, por ejemplo, entre muchos otros, las patas para elaborar el jamón, y buena parte de las vísceras, el hígado, los riñones y diversos elementos de la cabeza del cerdo (como la lengua), que se cocinaban para formar parte de las morcillas, blanca y negra, y el queso de chancho. Porque todo se aprovechaba. Nada se tiraba.
Finalizado el proceso de fragmentación comenzaba el deshuesado (minucioso trabajo de limpieza de los huesos), cortando la carne en trozos pequeños para luego pasarlos por la picadora, condimentarlos en base a una receta que cada familia mantenía en riguroso secreto, y amasarlos con las manos en una enorme batea construía de madera, y empezar a elaborar los chorizos, sin olvidar que también se le agregaba carne de vaca a la preparación con la que se hacían los chorizos para secar, porque conjuntamente con el cerdo, también se carneaba un vacuno.
El armado de los chorizos se llevaba a cabo con tripas (generalmente de vaca) y una máquina que se llama embutidora. Las tripas son de varios metros, estas se cortan para dar el tamaño de rosca o chorizo.
Terminada la faena, los chorizos para secar, la morcilla negra, la morcilla blanca y los jamones, se colgaban del techo de los sótanos o en galponcitos especialmente acondicionados para este menester.
Además de todos estos clásicos embutidos, también se elaboraba Kalra y se derretía grasa, que luego era guardada para preparar la comida a lo largo del año, y los chicharrones obtenidos de su derretido, se incorporaban en el amasado de pan que se horneaba en la cocina a leña o en el horno de barro. Con la grasa, asimismo, se cocinaba jabón para lavar y que, en definitiva, se usaba para todos los quehaceres domésticos.
Lo habitual era que las familias carnearan dos veces al año pero, también había, pocas, es cierto, que lo hacían tres veces al año.
Si bien es cierto que esta costumbre se ha ido perdiendo, también es cierto, que en muchas colonias y aldeas, como en muchos campos, todavía se conserva y de desarrolla tal cual como en los viejos tiempos.

Autor: Julio César Melchior

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