miércoles, 29 de agosto de 2018

La mañana que le dije adiós a mi aldea

Aquella mañana que me marché de la aldea, abracé a mi madre, que
lloraba desolada, le dije adiós, sabiendo que jamás volvería a verla. Intuí que la Argentina, esa tierra llena de promesas, quedaba demasiado lejos para prometer un regreso.




Le extendí la mano a mi padre, que la tendió temblorosa, mientras una lágrima rodaba, furtiva, por su mejilla.
Mis hermanitos observaban sin entender. Eran demasiado niños todavía para comprender palabras tales como adiós, exilio y desarraigo. Lloraban porque veían llorar y porque sus padres lloraban desconsolados como nunca los habían visto llorar jamás. Percibían la angustia que flotaba en el aire y que se ahondó aún más cuando puse en marcha el carro cargado con mis baúles y los caballos comenzaron a caminar, lentamente, rumbo al Volga, camino del adiós.
Volví la cabeza y mi mirada, por última vez, vio la figura de mi padre y las manos de mi madre agitando su pañuelo mojado de llanto; y a mis hermanitos corriendo detrás de mí, despidiéndome. Los vi parados, sumidos en el dolor, empequeñecidos, derrotados por el destino, hasta que el carro se perdió en la distancia y su imagen se trocó en horizonte vacío, en ayer, un ayer a cada trote más lejano, melancólico y añorado.

domingo, 26 de agosto de 2018

Banda Immer Truff - En Homenaje '2015'

Grupo integrado por Renzo Fredes (verdulera) - Lucas Maurer (acodeón) - Martín Maurer (batería). Su Debut fue en la VI FIESTA DE LA VERDULERA el 27 de abril de 2013 en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.

Album: En Homenaje.
Bitrate: 80.
Tamaño del archivo:27.2 Mb.
Caratulas: Frontal
Año: 2015
Sonido: Excelente
 
 01- Seleccion de Polkas.
02- Vals de la nieve.
03- Schon ist die jungen alegre es la juventud
04- Cachete pechito y ombligo.
05- Marcha Saludos a los novios.
06- Gette Bruder.
07- Queso de chancho.
08- Vagabundo de la montaña.
09- En munich hay una cerveceria.
10- Wen die blumen blüe
11- Se caso mama
12- Federico y Olga.
13- Opsa.
14- Oh Isabela
15- Anne Marie.
16- Mi padre fue un peregrino.
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miércoles, 22 de agosto de 2018

¡Honor y gloria a nuestros abuelos!

Pantalón remendado. Alpargatas con agujeros. Sucio de tierra. El
hombre va detrás del arado mancera. Es mi abuelo, tu abuelo, nuestro abuelo, el abuelo de todos los alemanes del Volga. Las manos llenas de callos. El rostro curtido. El cuerpo cansado. Pero la mirada es cristalina como el cielo azul en una tarde de verano. Sus ojos irradian esperanza. Transmiten sueños. Miran al futuro. Apuestan al progreso. Creen en el mañana. Tanto como él, que trabaja pensando en un mañana mejor, en ese mañana que, gracias a su sacrificio y entrega, sus descendientes hoy podemos disfrutar. Por eso: ¡Honor y gloria a nuestros abuelos! ¡Honor y gloria a nuestros ancestros!



Dedicado a todos los inmigrantes que arribaron al país a finales del siglo XIX buscando prosperidad personal y terminaron construyendo la Argentina moderna que habitamos.

domingo, 19 de agosto de 2018

Grupo Astral - Fiesta Alemana Vol 02 '2016'

Album: Fiesta Alemana Volumen 02.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 49.2 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera
Año: 2016
Sonido: Excelente
 
01- Barrilito de cerveza
02- La Carneada
03- Viejita llevame a casa
04- Muss ich denn
05- Don Fransisco - Polca Pradicional
06- En Munich hay una cerveceria
07- Rayito de sol
08- Oh Susana
09- Emperador rey
10- Nosotros vivimos sin problemas
11- Fiesta en Zurich
12- Die marie und die Kreit
13- Trink, trink bruderlein trink.
14- Chica si te queres casar - Polca Tradicional
15- Paseando las cuñadas
16- Mein Schatzchen
17- Buen dia
18- Schottis Montañes
19- Vals alpino
20- Tro te corto - Kehr aus
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miércoles, 15 de agosto de 2018

Los inmigrantes

Bajaron del barco. Viajaron en tren. Llegaron a sus colonias.
Levantaron sus casas de adobe. Sencillas y humildes. Ladrillo sobre ladrillo. Esfuerzo sobre esfuerzo. Araron la tierra. La sembraron. Cosecharon. Y la volvieron a arar, sembrar y cosechar. Hicieron todo eso y mucho más. Lo hicieron sin conocer una sola palabra de español.  Hablaban, cantaban y rezaban en alemán. Y la nueva patria y Dios los entendieron y comprendieron. La Argentina los cobijó dándoles la oportunidad de un destino de prosperidad y Dios los protegió llenándoles las almas de gracia y las manos de abundancia.


 Con el transcurso de los meses nacieron los hijos. Con los hijos surgió un hogar. Con el hogar una comunidad. Con la comunidad una colonia. Y con la colonia una iglesia, una escuela, herrerías, carpinterías, almacenes de ramos generales. Y con ella la esperanza y con la esperanza el amor y la felicidad.

miércoles, 8 de agosto de 2018

La utopía

Llegó al país hace muchos años. Llegó con lo puesto y una muda de
ropa en una bolsa que le cosió su madre. Bajó en el puerto de buenos Aires arrastrado por una multitud de inmigrantes que también venían al país escapando de la miseria, el hambre, la angustia y el dolor. Como pudo, se encaramó en el tren que lo transportó, mezclado entre los bultos del correo, hasta Coronel Suárez. De allí, hambriento y sediento, caminó quince kilómetros hasta llegar a pueblo Santa maría.
En su aldea natal dejó una esposa y dos hijos a los que prometió enviar por ellos ni bien lograra afianzarse en esta nueva tierra. Una tierra de la que todos, parientes y amigos que habían emigrado, contaban maravillas. Sobra tierra – escribían-, una tierra fértil y productiva. Pero nadie aclaró jamás que toda esa tierra de la que hablaban ya tenía propietarios. Colonos que arribaron en los años de la colonización y que hoy no estaban dispuestos a ser tan generosos como lo había sido el gobierno argentino con ellos.
Durante los primeros días encontró amparo en la casa de un primo, que lo albergó en la habitación en la que dormían sus hijos. Pronto se dio cuenta que no podía aceptar indefinidamente tanta generosidad. La economía hogareña del primo distaba mucho de ser buena. Apenas podía calificarse como regular. Trabajaba noche y día, junto a su mujer y los hijos aptos para ayudar, para producir la mayor parte de los alimentos que consumían.


Por lo que, a la segunda semana de haber arribado y luego de adaptarse un poco a la nueva vida, llena de carencias y de angustia por darse cuenta que pasarían muchos meses antes de que pudiera enviar dinero para que también vinieran su esposa y sus hijos, salió a recorrer la zona buscando trabajo.
Lo encontró enseguida. Por doquiera se buscaban  hombres para trabajar. Lo contrató un paisano nacido en su misma aldea allá en el Volga. Un paisano que había prosperado, que ya tenía caballos, vacunos y bovinos de raza y residía en una casa de ladrillos.
Seis años pasaron. Seis largos años. En todo ese tiempo, no hizo más que trabajar y soñar sueños que, cada día que pasa, le parecen más irrealizables. Sus niños crecieron. Se los imagina yendo a la escuela. Los ve correr por las calles de la aldea junto a otros niños que desconoce. Le duele estar lejos como le duele no poder siquiera regresar. El dinero reunido mediante tanto esfuerzo y sacrificio es escaso.  Día a día llegan más colonos. Sobra la mano de obra y eso hace que los patrones paguen poco. La generosidad solamente parece anidar en el corazón de los humildes. El alma de los que tuvieron suerte de que las cosas les fueran bien, cada día parece endurecerse más.
Traer a su familia se volvió una utopía tan inalcanzable, como el deseo de regresar junto a ella.

domingo, 5 de agosto de 2018

Dúo Aleman - Nuestro Sueño '2016'

Album: Nuestro Sueño.
Bitrate: 320.
Tamaño del archivo: 70.2 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera
Año: 2016
Sonido: Excelente
 
01- Don Francisco - Del Volga a Castelli
02- A Colonia La Joya
03- Tirador sin flecos
04- Entrando a Santa Anita
05- Valseado Tradicional
06- El Gateado
07- El Yare
08- El 772 - Galleta collera
09- El Paiubrero
10- Cumbias Enganchadas
11- Alegre Casamiento
12- Al amigo Hugo Cuevas
13- Como baila la nona
Link

miércoles, 1 de agosto de 2018

Se acuerdan cuando abuela nos tostaba semillas de girasol?

Cuando íbamos de visita a la casa de abuela, ella se tomaba tiempo
para tostar semillas de girasol. Llenaba hasta desbordarla una enorme fuente y la introducía al horno de la cocina a leña. Luego de unos minutos la casa se impregnaba del olor característico del tostado de las semillas. De vez en cuando sacaba la fuente, revolvía su contenido, probaba alguna que otra semilla para comprobar si estaban crocantes y listas para ser comidas.



Una vez tostadas, abuela se sentaba a la mesa, junto a nosotros, sus nietos, que éramos aún muy pequeños para abrir las semillas de girasol con los dientes como hacían las personas mayores, y las pelaba una a una, con suma paciencia, sacando la pepita con los dedos.
Nosotros la mirábamos “trabajar” con ternura, esperando con ansias que el montón de pepitas creciera y abuela dijera: “Bueno… ¡Ahora se las pueden comer!” ¡Y vaya si las comíamos! ¡¡¡Las espolvoreábamos con mucha azúcar, revolvíamos el montón y a comer!!!

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