domingo, 24 de noviembre de 2019

Al amanecer el carnicero, panadero, almacenero, entre otros, salían con sus carritos a vender a domicilio

Al amanecer la colonia se llenaba de carros y gritos de personas pregonando sus productos. Por las calles de tierra, pasando frente a las casas de todos los vecinos, en algunos ingresando a los patios para tomar unos mates o probar un Kreppel recién elaborado, el carnicero, panadero, lechero, el verdulero, almacenero a veces, se sumaba el papero, algún frutero con manzanas frescas de alguna huerta de las cercanías de la colonia, todos con carros especialmente acondicionados para sus respectivos menesteres.
Las amas de casa salían a la vereda a comprar la carne con un plato o una bandeja, según la cantidad de comensales que componían la mesa familiar o lo que la cocinera ese día tuviera planeado cocinar. Siempre llevando en mano, la infaltable libreta en la que registraba la compra diaria, que se cancelaba al final de cada mes. También existían excepciones, con familias que recién abonaban la deuda al terminar el año, después de la cosecha.


El carnicero llevaba en su carro, realizado en chapa, de forma abovedada, para proteger los productos de la intemperie, todos los cortes colgados al costado, en los ganchos, y algo fino en las cajoneras para los clientes especiales. El serrucho en la ranura de un improvisado mostrador, colocado en la parte trasera, desde donde se despachaba los cortes, la balanza colgada del techo, dos o tres cuchillos con buen filo, algunas chairas…
No había día de tormenta ni aguacero que los detuviera. Tampoco jornada de excesivo calor. Jamás dejaban de cumplir con los clientes. La carne para el almuerzo no debía faltar y el pan diario tampoco. Lo mismo que los productos de almacén. El comerciante era fiel con sus clientes y los clientes fieles a su comerciante y la palabra era ley.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 17 de noviembre de 2019

Los Jomer's - Mi pueblo

Album: Mi pueblo . 
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 53.9 Mb.
Caratulas: Frontal
Año: -
Sonido: Excelente.
 
01- Mi pueblo Adalberto Rupp
02- Schottis tradicional
03- Cuando regrese
04- Selección de valses 1
05- Cuando florezcan las lilas
06- Del Volga al Paraná
07- Ho la ri ho
08- Alegre es la vida de los gitanos
09- La polonesa
10- Isabella
11- Polcas tradicionales 1
12- Somos musiqueros
13- Rosen vals
14- Selección de fox trot
15- Vals del brindis
16- Polcas tradicionales 2
17- Selección de valses 2
18- Vivimos sin problemas
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domingo, 10 de noviembre de 2019

Las labores femeninas en un hogar alemán del Volga de antaño

Al atardecer, mamá y sus hijas, luego de bajar la ropa de los tendales, comenzaban las largas horas de planchar la ropa con las planchas a carbón y a almidonar los cuellos de las camisas, zurcir las medias y remendar las prendas con parches de tela, sin importar el tamaño y cuánto se notara. Eran otros tiempos, en que las camisas y los pantalones remendados, se lucían con orgullo, porque eran símbolos de trabajo.
Mamá, mientras las hijas continuaban planchando, empezaba a preparar la cena. Amasaba y freía los Kreppel en una sartén con abundante grasa, que comíamos espolvoreados con mucha azúcar, acompañados de un té con leche y chorizo seco que, generalmente los vecinos nos regalaban en tiempos de carneada.

 
 
Cenábamos en la cocina, sentados alrededor de una larga mesa de madera gastada, iluminados por una pequeña lámpara a kerosén, que colgaba del techo de madera, pintado de verde, al igual que las puertas y las ventanas. Las paredes de la casa, eran de adobe, pintadas con cal blanca, y el piso de tierra. En invierno nos daba calor una cocina a leña alimentada con bosta de vaca, que llamábamos Blatter, o los deshechos de la cosecha de maíz y girasol, como las cañas y los marlos de maíz.
Después de cenar, generalmente, mamá se sentaba a tejer pullovers, medias y bufandas, con lana de oveja, que hilaba la abuela en la rueca, mientras sus hijas, desde muy niñas, aprendían a bordar sus ajuares soñando con formar su propia familia. Y papá, tras leer un párrafo de la Biblia en voz alta, para que lo escucháramos todos, jugaba a los naipes con los hijos varones de la casa.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 3 de noviembre de 2019

Grupo Astral - Imparable Acordeon Vol 1 '2012'

Album: Imparable Acordeon Vol 1 . 
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 45.9 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera
Año: 2012
Sonido: Excelente.

01- Balada para un croto (Waldo Graf)
02- La cumparsita
03- La puñalada
04- La Pupera de santa lucia
5-10- Manojito de Claveles - El niño de las monjas - Llorar, llorar - La chica de rojo - Amor de mis amores - Tarzan boy.
11- Abril en Portugal
12- Silueta porteña
13-14 Don francisco - Polca tradicional
15- Tarantela tradicional
16- 17- Japonesita - Moritat
18- Soy un pobre presidiario
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