domingo, 27 de septiembre de 2020

Tambera. Quintera. Trabajadora rural. Huérfana de padre. Sin adolescencia. Historia de vida de una abuela alemana del Volga

Tambera. Quintera. Trabajadora rural. Huérfana de padre. Sin adolescencia. María Sauer falleció hace unos días en Capital Federal. Nos dejó su legado en una entrevista concedida unas antes de morir y esto es lo que nos contó:
“Mi papá murió cuando tenía trece años. Mi hermano mayor dieciséis y mi madre treinta y ocho. Éramos ocho hermanos y una mujer ordeñando en el tambo, a partir de las cuatro de la mañana, con las piernas metidas en el barro y bosta hasta las rodillas, con lluvia, con mucho frío. En invierno se nos congelaban las manos. Las vacas tenían el lomo blanco por las heladas. Pero la leche debía estar en los tarros para cuando pasara el carro que los buscaba para llevarlos a la fábrica de quesos, a las ocho y media.


“Mis hermanos menores lloraban. Estábamos a la intemperie. Nada importaba. No había queja posible: había que trabajar para sobrevivir. Teníamos una quinta de verduras enorme, que había que regar todos los días con baldes de veinte litros de agua, hacíamos conservas y dulces para todo el año. Carneábamos dos veces al año y hacíamos chorizos, jamones, de todo. Mamía cosía ropa para fuera. Horneábamos el pan en el horno de barro. Teníamos unas pocas ovejas para consumo. Un gallinero, que era un galponcito con aves y animales domésticos de todo tipo. Mamá vendía huevos, gallinas, pavos, gansos; lechones; leche, manteca, crema, ricota…
“Vivíamos cerca de la colonia, en un campo de ochenta hectáreas que nos dejó papá. En las que también se sembraba un poco de pastura y trigo.
“Mamá nunca se volvió a casar. Murió a los noventa y dos años, en la chacra donde enviudó y vivió toda su vida. Y de la cual partí para buscar trabajo en otras ciudades, hasta recalar en la Capital Federal. Donde vivo. Sola. Jamás me casé.
“Hice de todo para sobrevivir, igual que mi madre. Pero mi historia de grande no es tan importante. Lo importante es recordar la niñez y la vida que llevamos en aquellos lejanos tiempos. Tiempos de sacrificios; pero también de mucha felicidad. Porque éramos felices de estar en familia, todos juntos. Había unión. No importaba la pobreza. Lo más importante era la familia y la fe en Dios. Por eso todos salimos buenas personas”.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 20 de septiembre de 2020

Juan Weisheim - Se llama María Cristina '1995'

Album: Se llama María Cristina.
Bitrate: 80.
Tamaño del archivo: 13.2 Mb.
Caratulas: Frontal
Año: 1995
Sonido: Bueno
01- Selección de polcas.
02- En Munich hay una cervecería.
03- Miren como baila mi compadre.
04- Vagabundo de la montaña.
05- Único hijo.
06- Mari Cathriñe.
07- Bailando con la nuera de mi madre.
08- No me toquen mi vecina.
09- Ruts Tuts.
10- María llora en el jardín
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domingo, 13 de septiembre de 2020

El día que me fui del Volga

Aquella mañana que marché de la aldea, abracé a mi madre, que lloraba desconsolada. Le dije adiós sabiendo que jamás volvería a verla. Intuí que la Argentina, esa tierra llena de promesas, quedaba demasiado lejos para prometer un regreso.
Le extendí la mano a mi padre, que la tendió temblorosa, mientras una lágrima rodaba, furtiva, por su mejilla.



Mis hermanitos observaban sin entender. Eran demasiado niños todavía para comprender palabras tales como adiós, exilio y desarraigo. Lloraban porque veían llorar y porque sus padres lloraban desconsolados como nunca los habían visto llorar jamás. Percibían la angustia que envolvía el aire y que se ahondó cuando puse en marcha el carro cargado con mis baúles y los caballos comenzaron a caminar, lentamente, camino del adiós.
Volví la cabeza y mi mirada, por última vez, vio la figura de mi padre y las manos de mi madre agitando su pañuelo mojado de llanto; y a mis hermanitos corriendo detrás de mí, despidiéndome. Los vi parados, sumidos en el dolor, empequeñecidos, derrotados por el destino, hasta que el carro se perdió en la distancia y su imagen se trocó en horizonte vacío, en ayer, un ayer a cada trote más lejano, melancólico y añorado.

Autor: Julio César Melchior

domingo, 6 de septiembre de 2020

Avelino Eberhardt - Fiesta Suiza en San Jeronimo '1993'

Album: Fiesta Suiza en San Jeronimo.
Bitrate: 128.
Tamaño del archivo: 16.1 Mb.
Caratulas: Frontral.
Año: 1993.

01- Fiesta suiza en San Jerónimo
02- Bagna cauda
03- Polkita computada
04- Vuelvo al campo
05- Soy alpino de monte Rossa
06- Mi tamberita
07- Amor dorado
08- Cantinero
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