domingo, 30 de marzo de 2025

Sentarse alrededor de la mesa para comer era para los alemanes del Volga una forma de expresar su identidad cultural

 Sentarse alrededor de la mesa para comer era para los alemanes del Volga una forma de expresar su identidad cultural. Un momento en el que se compartían historias, se enseñaban modales y se inculcaban pautas de convivencia como la solidaridad, el respeto y el agradecimiento. Estas reuniones ayudaban a mantener unidos a los miembros de la comunidad y a preservar sus tradiciones, sus valores y su rica herencia cultural.

 Los abuelos tenían un papel crucial en la transmisión de estos valores, costumbres y tradiciones de una generación a otra. Eran los encargados de enseñar a los jóvenes sobre la historia familiar, las normas sociales y las habilidades necesarias para la vida. En un contexto de desarraigo y adaptación, los abuelos ofrecían consuelo, apoyo emocional y un sentido de pertenencia, además de experiencia y sabiduría.
Todos esos valores y principios que inculcaron en sus descendientes los abuelos en aquellos primeros tiempos de las aldeas y colonias, todavía se reflejan en nuestras decisiones diarias y en la forma en que nos relacionamos con los demás. Un legado cultural que se mantiene vigente y define nuestra identidad.

Autor:  Julio César Melchior.

domingo, 23 de marzo de 2025

Avelino Eberhardt y los Alegres - Musica Internacional Remasterizado 2024

Album: Musica Internacional.
Bitrate: 320.
Tamaño del archivo: 58.8 Mb.
Caratulas: Frontal y Trasera. 
Año: -.

01- Nostalgias
02- Dame amor.
03- Vals de los Jossen.
04- Polca colonizadores.
05- Algun dia.
06- El abuelo.
07- Polca tradicional de Jossen.
08- Vals exito año 1930
09- Polca popular Suiza.
10- Vals tradicional exitos 1924
Descargar  Contraseña: musicadelvolgayalgomas

Agradecimiento Especial a Juan Manuel Lorenzatti de Estacion Clucellas Santa Fe  por compartir esta reliquia

domingo, 16 de marzo de 2025

La abuela tenía un jardín

 La abuela tenía infinidad de plantas en macetas debajo de la galería, flores de todos los tamaños y colores, que en invierno cubría cuidadosamente para protegerlas de la helada, pero que en verano florecían para recibir a las visitas con alegría, con mariposas revoloteando de aquí para allá, al igual que las abejas que buscaban su polen para alimentar su panal.


 También tenía flores, sobre todo rosales, al frente de la casa, en el patio, donde a veces, cortaba algunas para llevar a la iglesia y colocar en el altar, en el regazo de la virgen, en señal de gratitud.
La abuela era una persona alegre, que tenía una sonrisa dulce dibujada en sus labios y en los ojos la felicidad, que cantaba mientras hacía las tareas domésticas o regaba sus amadas flores. La abuela es el recuerdo de unas manos trabajando la tierra, cosechando trigo, cocinando rico, educando a sus hijos, amando a sus nietos.

Autor:  Julio César Melchior.

domingo, 9 de marzo de 2025

Los Gringos del Volga - Sigue la Fiesta '2010'

Este es el volumen 2 de los gringos del Volga. Los integrantes eran Felipe Resla en voz, acordeón y animación. Walter Stecklein: teclado y percusión.
Album: Sigue la Fiesta.
Bitrate: 160.
Tamaño del archivo: 45.6 Mb.
Caratulas: Frontal y CD.
Año: 2010.
01- Que Siga La Fiesta
02- Valseado
03- Polka Tradicional
04- Asi Se Baila (Schotis)
05- Ritmo De Los Gringos
06- Homenaje a Héctor Schmidt
07- Vals Tradicional
08- Si Dijeras Que Si
09- Ranchera
10- Hay Si Pudiera
11- Ritmo de Baión
12- Polca Rusa
13- Chamamé
Descargar   Contraseña: musicadelvolgayalgomas

Agradecimiento Especial a Sergio de Castelli Chaco por compartir este material.

domingo, 2 de marzo de 2025

Una de las tantas tareas que realizaban las mujeres en verano

 Cuenta mi madre que mi abuela y sus cinco hijas se sentaban alrededor de la mesa a pelar y quitarles el carozo a baldes y baldes de ciruelas, que cosechaban de los frutales que tenían en el fondo del patio. Lo hacían generalmente bien temprano a la mañana, con el fresco del amanecer. Y también para que no hubiera tantas moscas molestando su quehacer. A esa hora de la mañana la casa, que era de adobe, estaba fresca. Las cortinas se mantenían cerradas para que no hubiera tanta luz y el ambiente se mantuviera fresco.


 Pelaban las ciruelas, les quitaban el carozo, y las arrojaban dentro de una enorme fuente. Cuando estas se llenaban, abuela la tomaba y se dirigía a la bomba para lavar las ciruelas ya peladas y descarozadas. Después regresaba a la cocina y las arrojaba dentro de una enorme cacerola con agua que estaba sobre la cocina a leña. En esa enorme cacerola se cocinaban kilos y kilos de dulce de ciruela. Tarea que llevaba sus horas y sus días. Porque no solamente se elaboraba dulce de ciruela sino también de higos, duraznos, manzanas, peras, tomates, zapallo.
Una vez cocinada y fría la preparación se trasvasaba a frascos de todos los colores y especies, que abuela y los niños lograban reunir a lo largo del año. Pidiendo aquí y allá a vecinos, familiares y amigos. De más está decir, que el que colaboraba con frascos recibía uno lleno para probar el dulce cocinado en la ocasión.
Finalizado este proceso, los frascos eran sellados y estibados en un lugar fresco y seco, generalmente un sótano o en el Schepie. Bajo el estricto control de la abuela, que mantenía un justo equilibrio y decidía cuando abrir uno, los dulces duraban hasta la cosecha del año siguiente y a veces más allá. 

Autor:  Julio César Melchior.

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