miércoles, 2 de octubre de 2013

Costumbres, Tradiciones Germanas y Expresiones culturales en las Colonias

No todos habían sido agricultores sino que los había de diferentes profesiones liberles, maestros e inclusive militares. Mas, en Rusia, todos fueron obligados a ejercer la agricultura.

El caudal de tradiciones y costumbres llevadas al Volga se mantuvo inalterable, dentro de las posibilidades que ofrecían el medio climático y las reglamentaciones del gobierno. En todos los aspectos pretendióse mantener fielmente los modos de vida del lugar de origen y en gran parte lo consiguieron.

La conservación del idioma vernáculo y de las tradiciones por espacio de dos siglos ha motivado serios estudios de etnólogos y antropólogos. La permanencia en Rusia –casi incomunicados con la madre patria y en colonias cerradas de un mismo credo- también tuvo influencia en la formación de este pueblo.

El alemán academico se forma precisamente por la evolución de los dialectos del alto alemán y no al revés. Es necesario comprender en qué se diferencian el alemán “llano” y los dialectos que dieron las bases del alemán actual literario y académico. El alemán académico no se hablaba entre los alemanes del Volga. Aunque hoy en día los alemanes utilizan sus antiguos dialectos para entenderse en la calle y la intimidad de sus hogares, naturalmente entre los distintos grupos de dialectos de Alemania central existen variantes y diferencias regionales. Es de hacer notar que los que practican dichos dialectos habitualmente entienden el alemán literario o académico. Por otra parte, las colonias se formaron en el Volga con grupos de igual procedencia, aunque hubo excepciones.

Mientras el gobierno ruso no impuso su idioma nacional en la enseñanza los colonos no le prestaron atención ni lograron aprender el mínimo necesario para mantener una sencilla conversación. Sus dialectos fueron mantenidos tan puros como los habían llevado de Alemania. Si bien a unidad lingüística contribuyó al mantenimiento de la tradición, también fue de lamentar que el habitual desconocimiento del idioma ruso fuera una desventaja.

Después de un somero análisis del idioma que utilizan hasta hoy los alemanes del Volga, no debemos olvidar que si bien eran todos alemanes, no provenían en su totalidad de la misma capa social y menos poseían identico nivel cultural, pese a que la autoridad imperial los caratulara a todos como agricultores.
La necesidad de tener información sobre el mundo literario de la época, recibir impresos con las novedades en el ámbito del espíritu, conocer las corrientes filosóficas y técnicas europeas, fue solo un vehemente e insatisfecho deseo. Muy pocas noticias se filtraban hasta el Volga y hasta mediados del siglo diecinueve, el intercambio fue nulo. Los alemanes, arrancados del centro de la civilización, fueron marginados en los confines de la barbarie; por ende, tuvieron que crear su propia “escuela filosófica”. Se publicaron numerosas obras históricas, algunas narraciones novelescas y se editaron diversas obras literarias de autores del Volga. Estos fueron los primeros ensayos de los colonos y sus descendientes en a producción literaria vernácula, todos sus libros inspirados en la tradición y en su religión, aunque no faltaba en ellos la exteriorización del buen humor.

Cada colonia tenía su escuela propia. El maestro era a la vez el sacristán, que debía cantar en las funciones de las iglesias. Los cantos sagrados eran melodías alemanas muy antiguas que se habían transmitido de generación en generación. Los hombres y jóvenes formaban coros y ejecutaban, sólo de oído y sin haber estudiado música, cantos de hasta tres y cuatro voces. Para ello las familias solían cantar acompañándose con instrumentos musicales, de preferencia el armonio, reuniéndose para ejercitarse. El canto fue siempre, entre aquellas familias, uno de los factores principales de cohesión. Hoy todavía se entonan en los hogares de los descendientes, durante sus reuniones, los mismos cantos que los alemanes llevaron desde el Rhin al Volga y trajeron luego a la Argentina. Estas canciones traducen triunfos y derrotas, alegrías y pesares, y son como una descripción de la propia vida que a través de las generaciones van adaptando su significado a la realidad y en relacion el aspecto ético de la persona.

Al principio la vida espiritual fue atendida por Franciscanos y Capuchinos, Jesuítas, Dominicos y despuès sacerdotes diocesanos de Polonia que injustamente habían sido confinados en Siberia por los zares y más tarde liberados. En su momento fue fundado el seminario de Saratov, que pronto se llenó de jóvenes seminaristas de familias alemanas residentes en Ucrania y de las mismas colonias del Volga. De esa manera tuvieron su clero propio, al que dieron suma importncia por su espíritu profundamente religioso. Era un verdadero espíritu de comunidad el que animaba y unía a los colonos del Volga. No se aceptaba el individualismo, que divide a las personas, sino ese espiritu comunitario que tiene la virtud de provocar la unión de las voluntades. En mérito a ello, antes de emprender la marcha a su nuevo destino, decidieron de común acuerdo tres resoluciones a las que daban casi la fuerza de un juramento:

l-Conservar siempre la religión.

2-Conservar el idioma original.

3-Conservar el sistema de vivir en colonias para la mutua defensa y recíproca ayuda.

Los descendientes de aquellos bravos antepasados siguen siendo religiosos practicantes, conocen su religión porque los padres se habn encargadop de incuolcársela de viva voz, confirmándola con el ejemplo.

De la madre Patria habían traído el sistema familiar de patriarcado, es decir, el reinado del padre más anciano de la familia. Los hijos contraían matrimonio y no se alejaban del solar paterno. Por ello, el grupo familiar constituído quedaba bajo la égida del más anciano, fuera abuelo o bisabuelo. Las resoluciones intranscendentes las tomaba el padre, pero las decisiones importantes incumbían al jefe. Los jóvens casados sólo lograban la emancipación de la familia cuando, por escasez de campo, se radicaban en nuevas fundaciones de colonias.

La inclinación hacia el matrimonio y la familia numerosa se explican fácilmente:

a-La soledad en tierras extraña y la obediencia a las enseñanzas religiosas.

b-El sistema MIR de redistribución decenal de las tierras comunales, de acuerdo al número de varones de cada familia.

c-Por dignidad y estimación propia.

Cuando estaba en vista algún noviazgo, y como se conocían todos, ya se hacían cálculos de cuándo sería la boda, y, con tiempo, la gente se preparaba y con buena anticipación se extendían las invitaciones. Se elegía para ese menester un cuerpo de “invitantes”, quienes, responsables de su misión, se ponían el traje dominguero e iniciaban de dos en dos la recorrida de la aldea, comenzando escrupulosamente por el norte hacia el sur y terminanado del este al oeste. Ninguna casa quedaba olvidada.

Ambos eran portadores de sendos bastones de cerezo, y al trasponer el umbral de una casa y después del saludo cristiano, recitaban a viva voz la invitación, y ya sentados ceremoniosamente, el padre de familia sacaba una botella de buen licor y todos hacían libaciones por la salud de los novios, mientras que la madre buscaba en el fondo de su artístico arcón dos hermosas cintas de seda de colores distintos y las ataba al cabezal de los bastones.
Esto se repetía de casa en casa y muy pronto los bastones se convertían en un verdadero arco iris que flameaba al viento, y los impávidos invitantes terminaban por renunciar a su misión por incapacidad física, debido a las numerosas libaciones y brindis, siendo entonces suplidos por otro par de relevo.
El origen de esta bella tradición debe situarse muy adentro de la historia, procediendo de las viejas aldeas germánicas, principalmente del Palatinado, de donde eran originarios la mayoría de los colonos.

El día antes dela boda pasaba por las casas un carro cargendo mesas, sillas, bancos y toda clase de objetos en calidad de préstamo, que iban a engrosar la capacidad receptiva de los novios. Los hornos del pan familiar humeaban en toda la pedanía, produciendo riquísimas tortas que luego eran transportadas a la casa del festín, donde poco a poco quedaban finiquitados los reparativos bajo la sabia supervisión del dueño de casa. Se habilitaban las dependencias de las casas, galpones y a veces hasta carpas.


Material extraido de la pagina http://www.olavarria.gov.ar

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